sábado, 24 de diciembre de 2011

La esencia de San Valentín





La actual festividad que solo se basa en un afán consumista, en el que las grandes marcas nos intentan meter en la cabeza que comprando sus productos nuestra pareja se sentirá más querida, cuando de verdad, lo que le hace sentir que le queremos son nuestros abrazos, nuestros besos, nuestras caricias, e incluso ese regalo, ese detalle inesperado en un día cualquiera en el que te acordaste de él o ella.


Escrito por David

jueves, 22 de diciembre de 2011

Suspendida sobre la Luna






Un muchacho de mirada gris alzó la voz a través del decorado teatral.
—He dejado una cosa en tu estudio, espero que te gusté —su voz sonaba un poco más aguda y temblorosa que de costumbre—. Tengo que dejar ya el ensayo, me voy.
    Llevaban toda la tarde en el viejo teatro que habían cedido a su grupo para ensayos, pero solo a ellos dos les había venido bien representar la obra. En ella, el poeta trataba de conseguir algo imposible, seducir a la Luna y conseguir que bajara a la Tierra para acceder a las súplicas del poeta. La chica que hacía el papel de Luna estaba suspendida sobre una luna menguante de gomaespuma cariñosamente confeccionada, con estrellas de cartón pegadas al fondo del escenario y estaba vestida con un vaporoso traje de los años veinte y un gorrito de fieltro. Tenía una expresión muy melancólica mientras el muchacho se marchaba, ¿qué habría dejado en su estudio? De cualquier forma ella se sentía muy bien suspendida sobre su Luna, pensando en cosas que eran y cosas que no eran, en el abandono de sus compañeros de grupo, su preocupación por la obra... le había costado tejer un sueño en torno a sus pasiones, pero era muy complicado mantener a todos los miembros unidos. Si algo era seguro es que a todos ellos les gustaba el teatro, pero cada uno tenía una visión distinta y ninguno se ponía de acuerdo.
        Cuando ella decidió bajar de la Luna ya se había hecho de noche y no le apetecía volver al estudio, así que decidió cenar en una bocatería que ya le era familiar y luego llamó a otros de sus amigos para salir. Lo que empezó siendo una cena modesta acabó siendo un regreso al amanecer. Metió la llave en la cerradura y la giró. Sobre la mesa del salón, con los cansados ojos trasnochadores, vio una flor roja, ¿era una rosa? Era una rosa; se acercó con ilusión, pero cuando pudo apreciarla mejor su alegría tornó en tristeza. El capullo de rosa que estaba ante sí estaba cubierto de telarañas y cuando lo cogió, se deshizo en pedazos.

Escrito por Harry

La galleta




Esta es Carolina. La misma que la del poema de Rubén Darío, rodeada de riquezas varias y aficionada a la indiferencia. Es una mujer fuerte que desprecia el arte, la música o los sentimientos. No tiene instintos de ningún tipo, excepto el de caza. Cuando viaja a la India, lleva trajes de safari de Yves Saint Laurent, pero no te equivoques, no le preocupa sentirse guapa o femenina. No es un marimacho, ni una lesbiana, ni una frígida, ni ambiciosa, ni acomplejada por dentro. Lo único que le gusta es sentirse superior. Cuando alguien viene a visitarla (sin invitación, por supuesto) lo recibe desnuda sobre el tigre que ha matado con sus propias manos. Su casa está llena de lujosidades que sus admiradores le regalan, pero ella, cada mañana, después de lavarse los dientes (normalmente de 8.30 a 9.00, los fines de semana una hora más tarde) escupe con cinismo sobre los frutos del amor. Ella es perfecta y lo sabe. 

Un día, simplemente encontró un gato recién nacido delante de la puerta de su casa. Estaba ciego y temblando de frío. No es que ella hubiera querido cuidarlo, pero estropeaba la frialdad del ambiente de su enorme mansión, y tampoco iba a matarlo simplemente. Lo cogió y lo envolvió en una manta; en dos segundos se olvidó de él. 
Días más tarde, la chica que le limpiaba la casa lo llevó al veterinario. “Necesita comer de todo, le he comprado galletitas dulces”. Cuando la chica se fue, Carolina vio al gato comerse aquellas galletas con formas graciosas. Y le dio curiosidad. Nunca había comido galletas. Cogió una. Se la comió. Sintió algo.

Días más tarde, el gato murió. Ella pasó el resto de su vida comiéndose sus galletas. Engordó. Murió.


Escrito por Victoria.

sábado, 10 de diciembre de 2011

¿Qué harías con estas fotos?

Lo segundo que se nos ocurrió fue buscar o hacer fotografías en blanco y negro. Al final nadie hizo fotos en blanco y negro, pero encontramos algunas fotos interesantes, de las cuales nos quedamos con las siguientes:











Así que nos surgió el siguiente interrogante, ¿qué hacer con estas fotos? Bueno, pues en Sopa de H-ideas se nos ocurrió que cada uno hiciera un relato breve con lo que nos sugirieran las fotos y colgar los resultados en el blog, pero desde aquí invitamos a cualquiera a inventar lo que se le ocurra en relación a ellas. Si queréis compartirlo con nosotros podéis escribirnos a sopadehideas@gmail.com

Un abrazo, corazones.

¡Comida internacional!

La primera actividad que realizamos es un taller de comida internacional. La actividad consistió en buscar cada uno un plato una receta extranjera y original y llevarla a una casa para comer. Para hacer de esta actividad algo más participativo, acordamos que una persona trajera un plato aprendido para hacerlo entre todos.

Aunque el principio ha sido un poco caótico y no estamos acostumbrados a cocinar en grupo, la experiencia ha sido bastante entretenida, cooperativa y ha satisfecho a todos. Para poneros a todos los dientes largos vamos a subir las fotos que hemos hecho, ¡esperamos que os gusten!


Cuscús con tomate, pepino, pasas y aceitunas negras. Plato típico de Marruecos, elaborado por Nerea.


Blini, crepe típico de Rusia con setas y cuatro quesos distintos, elaborado por Victoria.


Focaccia, receta típica de Italia, es un tipo de pan sobre el que podemos ver un revuelto de espinacas con huevos. Este es el plato que hemos elaborado entre todos; la receta la ha traído Claudio.


Por último la crema Parmentier, una receta francesa hecha con caldo de ave, patatas, cebolla, etc. Elaborado por Harry y María Isabel.


Voilà! Esto ha sido todo. Añadimos que echamos bastante de menos a David, que no pudo venir pero que se lo habría pasado muy bien con nosotros.

Un abrazo, corazones.

¡Hola!

Qué mejor manera de empezar algo que con una presentación, así que: ¡Hola!

Somos Sopa de H-ideas, un grupo de amigos que un día decidimos plantearnos el ocio de una forma distinta a como lo hacíamos habitualmente. La idea es crear un espacio común donde compartir nuestros intereses y realizar actividades y talleres que nos aporten o estimulen algo más que salir de fiesta cada sábado o, en definitiva, consumir para hacer cualquier cosa.

Por ello nos reunimos y empezamos a hacer propuestas. De todas las ideas que aportamos empezamos a planificar algunas cosas, primando siempre la participación, el respeto y la tolerancia a las opiniones de cada cual.

Hemos decidido abrir este espacio para compartir los resultados de las actividades que van saliendo. Esperamos que os guste y que sirva de inspiración para otros grupos.

Un abrazo, corazones.